—¿Contento?— inquirió Salomé al ver a Johan aparecer de frente.

—Muy— Johan le recorrió el rostro con la mirada. —¿No deberías estar preparándote para el evento de esta noche?

—¿Y tú no deberías estar en Connecticut?— contraatacó ella.

—La diferencia es que no tengo nada programado en horas próximas, en cambio sé que esta es la última noche de gira de tu prometido— ella siguió caminando.

—Justo por eso, olvida que accederé a tener una co...copulación hoy— no estaba dispuesta a presentarse ante todos con la entrepierna casi desgarrada. —¿A qué vienes? No acordamos nada de esto.

—Tengo que alimentar las ganas que tengo—, los ojos azul metálico tuvieron, por un momento, un tono más intenso.

—Lástima que tendrás que morir de hambre—, contestó airosa.

La sonrisa leve asomó en el rostro de Johan, mientras caminaba a su lado. Ella era muy fácil de descifrar en el pasado. Ahora no tanto, sobre todo porque no parecía darle importancia a las cosas que antes sí.

—¿De qué se trata tu visi