Capítulo 210. Comparecencia con la muerte.
Johan, en la mansión Crown, se detuvo en el amplio recibidor lleno del movimiento de empleados cuando recibió el mensaje de los abogados, quienes le informaron sobre la novedad. En lugar de contestarles, le preguntó a Salomé si aún quería que la fuese a recoger en una llamada.
—Claro que sí. Pero tardaré un poco más— la euforia se la sentía aún a la distancia. —Estamos festejando con papá. Si quieres unirte nadie se opondrá —escuchó a todos hablando entre ellos, enterándose que estaba en la mesa. —De hecho, creo que a papá le encantaría agradecer tu ayuda.
—Está bien así— declinó amable. —No quiero inoportunar. Además tengo algunas cosas por hacer antes de ir por tí.
—Tarda lo necesario— se despidió Salomé en un suspiro. Quiso decirle que lo quería abrazar y besar, pero no le pareció adecuado al estar frente a todos. Aunque de seguro lo comprenderían. En parte le debían a él la libertad de Robinsón.
Aunque no insistió en que los acompañara. Debía ser muy importante para no querer