Capítulo 18. Sarcasmo dulce.
Salomé apenas saludó al llegar. Su entrada fue rápida, sin dar oportunidad a cortesías innecesarias. Caminaba al lado de Julián con la expresión endurecida, como si cada paso hacia el Club Ecuestre Sullivan y Asociados fuera un castigo personal.
Todo lo contrario al candidato Sullivan, quien besaba en la mejilla a las damas y de apretón de manos a los hombres que elogiaban a su prometida.
—Tenemos que organizar una salida de nuevo— dijo la esposa de uno de sus socios, con una sonrisa sugerente. —Antes de su boda, por supuesto.
—Eso lo decidirá Salomé— Julian besó su mano, levantando envidias al ver a un sujeto con esas aspiraciones, mirándola como él lo hacía.
—Cuando haya tiempo— ella fue cortante con todos. Aunque no usara un mal tono, todos lo percibieron, por lo que Julian inventó un saludo para sacarla del grupo.
—¿Por qué esa cara? —preguntó Julián, forzando una sonrisa mientras la guiaba con suavidad entre los presentes—. Sueles sonreír más. Hoy pareces alguien que está sie