Báltico siguió con los ojos sobre el recién llegado, el cual tragó una copa de champaña de un trago, tomando otra del mesero y una para la hermosa mujer que no soltaba, y enviaba advertencia de que no era pieza que pudieran ver.

La voz de la tarima lo hizo volver su mirada a ellos, sin dejar de ver al mexicano que al final de cuentas, había aceptado la invitación para asistir.

—El primer eje de discusión abordará las estrategias de seguridad nacional y las alianzas internacionales. Cada candidato dispondrá de dos minutos para su exposición inicial —añadió el moderador. Su voz se estabilizó al pronunciar el protocolo, aunque la mirada lo traicionó, al seguir posada en Salomé y Johan.

El candidato Crown asintió sin apartar la vista de los moderadores. A su lado, Salomé mantenía la espalda recta, el mentón elevado, mientras sostenía con serenidad los papeles frente a ella. Las cámaras se deslizaban en movimientos lentos sobre ambos, registrando cada respiración. La pareja se llevaba la