Capítulo 29

—No he pensado en nada, estoy asimilarlo todavía, tomándolo de la mejor manera—.

—Está de más que te diga que, cuentas conmigo para lo que sea— Le agarra las manos. —Seré tu apoyo siempre—.

—No tienes idea, de lo que significa para mi tenerte en estos momentos—.

—Ahora, ponte a comer, necesitas alimentarte— Se pone seria y Audra pone los ojos en blanco, antes de reírse.

En todo el transcurso de esa semana, no se supo nada de Alexander, para Audra, los mareos, náuseas y vómitos eran cada día más frecuentes, tanto así que, ya Leonardo notaba que algo andaba mal, cómo no, si en ese día en especial, le había tocado detenerse varias veces, la veía primero con arcadas y rápidamente salir corriendo y vomitar a un lado del camino, él sale del auto preocupado y le pasa una botella de agua y un pañuelo.

—¿Qué te pasa? ¿Es que estás enferma?—.

—No me he sentido bien en estos días—.

Ella tomó el pañuelo, lo humedeció con agua y se lo pasó por los labios. Se veía exhausta.

—Súbete al auto, te llev
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