Liah
—Eres una niña muy linda.
—Gracias, soy linda como mi madre. Usted también es muy bonita, ¿es mi suegra?
—¿Tu suegra? No lo sé, cuéntame. ¿Quién de mis niños sacó la debilidad del padre por las pelirrojas?
—El más gruñón, guapo e inteligente de ojos verdes que existe —se ríe.
—Leandro. Era de esperarse.
—Soy su esposa, y cuando seamos adultos nos volveremos a casar, porque esta vez no usé un lindo vestido blanco y el su traje.
—¿Y qué haces por aquí?
—Vine a qué ese tonto, mujeriego, me dé una explicación de lo que hacía en el parque con otras niñas. Él es mío y no puede estar jugando, ni bailando con otras que no sea yo.
—¿Y mi nuera tiene nombre? Porque son muy raras las pelirrojas en este pueblo, solo conozco a…
—En mi familia existen las pelirrojas más bellas del mundo y mi papá.
—Tu papá, ¿quién es tu papá?
—El hombre más guapo del mundo, Lois Messer, —tose y parece que se ahogará. —¿Está bien?
—¿Eres hija de Lois y Bailey, la mayor? —afirmó.
—Tienen ese honor.
—La modest