Las pequeñas vacaciones en Tailandia han sido las mejores, todo gracias a Paolo que ha estado súper pendiente de mí, cuidándome y consintiéndome.
- Amor, ¿lista para ir a la isla? - Me estoy colocando la parte de arriba del traje de baño y cuando termino salgo.
- Estoy lista, amor - él voltea y me mira, repasando cada parte de mi cuerpo hasta que su mirada se vuelve oscura.
- Ni lo pienses, quiero ir a esa isla y si nos quedamos aquí no habrá tiempo - él bufa mientras tomamos las cosas. Paolo conduce hasta cierta parte porque ya la otra parte Paolo alquiló un yate solo para ir hasta esa isla.
- Sabes, pudimos haber ido en lancha como todos - digo mientras me subo al yate.
- Lo sé, pero acuérdate con quién hablas, nena, con Paolo Lombardi, el mafioso más temido de Italia y pronto será del mundo - volteo los ojos y el barco empieza a navegar. Yo empiezo a ver distintas islas, pero ninguna es la que le dije a Paolo que quería hasta que de lejos la veo.
- Mira, Paolo, ¡ahí está! - Pa