La mañana era tranquila, y la luz del sol se filtraba suavemente por las cortinas de la habitación, mientras Valeska hojeaba el periódico sin demasiada atención.
La imagen de su boda con Lisandro ocupaba la portada de varias revistas y se había convertido en tema de conversación en redes sociales.
No era para menos: el matrimonio de un CEO tan influyente como Lisandro Fiore no era un evento cualquiera, y la prensa no había perdido la oportunidad de capturar cada detalle. Sin embargo, su mirada vagó sin demasiado interés sobre las páginas, hasta que, al pasar a la sección de negocios, un titular en negritas le llamó la atención de inmediato.
«Corporación Aldrich se declara en bancarrota: la caída de un imperio».
Su corazón dio un leve brinco, y sus dedos apretaron el papel con más fuerza. Inmediatamente, dejó el periódico sobre la mesa y tomó el control remoto para encender la televisión.
No tardó en encontrar un canal de noticias donde se transmitían imágenes en vivo del edificio de l