—Las peleas y la provocación de conflictos son dos conceptos diferentes —explicó Lucía—. Sí, golpeamos, pero solo después de que ustedes provocaran primero. La facultad puede favorecer a Regina, pero la universidad es otra historia.
—En un procedimiento de investigación normal, primero se aclaran las causas y luego las consecuencias. Si vas a quejarte a la administración de que te golpearon, naturalmente preguntarán por qué lo hicieron. ¿Qué piensas responder entonces? —continuó con calma—. ¿Dirás que fue porque ustedes no siguieron las reglas, intentaron coaccionar a otros, insultaron y humillaron? ¿O dirás que fue porque se aprovecharon de la situación, vinieron en grupo a burlarse y por ser tan despreciables recibieron su merecido?
—Todo esto es suficiente para determinar que ustedes provocaron el conflicto. Si vamos a ser expulsados, ¡pues que nos expulsen a todos! Todos recogemos nuestras cosas y nos vamos, ¡y todos felices!
Lucía terminó sonriendo.
Los demás se quedaron boquiabie