—Señora Juliette, dígame qué está pasando, a ratos siento que me estoy volviendo loca.

—Hija, escucha, ya sabemos quién fue, el problema es que hay más de una persona comprometida en esto, pero no se puede establecer la relación. Por eso es mejor que estés aquí.

—¿Por qué? No entiendo. ¿Qué tiene que ver que yo esté aquí, con que ya saben quién es el asesino de don Miguel?

—Lo que pasa es que… una de esas personas te quiere lastimar y otro de los involucrados… estaba demasiado cerca de ti… —a Juliette le costaba hablar, no quería asustarla, pero no había forma de no hacerlo.

—¿Quién? ¿Por qué? ¿Qué hice para…?

—Tú, en realidad, no hiciste nada… es lo que representas lo que le molesta.

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