La sala, llena de personas esperando que Dave comenzara la reunión matutina, cayó en un silencio absoluto en cuanto él entró, irradiando una tensión que todos sintieron de inmediato.
Los presentes intercambiaron miradas nerviosas.
Durante toda la reunión, el rostro de Dave se mantuvo serio e impenetrable. Nadie se atrevía a interrumpir ni siquiera a respirar muy fuerte.
El silencio solo aumentaba la irritación de Dave. Golpeó unos documentos contra la mesa con fuerza y se frotó las sienes, visiblemente agotado.
—¿Se les acabaron las ideas? ¿El Grupo Phoenix Alliance contrató a un montón de holgazanes? —soltó con impaciencia.
Nadie se atrevió a responder hasta que Justin habló, titubeando:
—Y-yo tengo una idea…
Después de presentar su propuesta, Dave ni siquiera abrió los ojos. Justin se arrepintió al instante de haber abierto la boca, sintiendo que acababa de cometer un grave error.
La propuesta era más bien una idea improvisada, un intento desesperado de aportar algo.
Y, como era