Andrea estaba fuera de sí y fue directamente a la empresa a buscar a Felipe.
Lucas estaba reportándole a Felipe que la gente que había mandado a seguir a Lucía la había perdido de vista.
Apenas el rostro de Felipe se ensombreció, Andrea entró hecha una furia y se sentó frente a él:
—Felipe, esa mujer ya no se puede tolerar. ¿Viste lo que le hizo a Jenifer?
—¿Es cierto que te mandó el acuerdo de divorcio? Si te lo mandó, fírmalo.
—¿Quién se cree que es? En este mundo hay mujeres mil veces mejores que ella. ¿De verdad cree que no te atreves a divorciarte?
En su furia, Andrea soltó todo de golpe sin dejar que nadie la interrumpiera.
En aquel entonces, cuando Felipe estaba soltero, sobraban mujeres bien posicionadas deseando casarse con él.
Quién iba a pensar que al final Felipe elegiría a Lucía, que no tenía nada, y que además fue él quien iba detrás de ella.
Andrea siempre había despreciado a Lucía.
Antes, cada vez que Felipe le regalaba algo a Lucía, ella estaba al pendiente.
Y siempre