El chico apretó la mano de Melissa feliz, miraba a todos con la boca abierta. “¡Eso es genial!, necesitamos mucha ayuda, yo daré todo de mí, no les fallare”.
Él y su equipo habían hecho algunos videos pidiendo patrocinadores, los subieron a la red en busca de quien los apoyara, Melissa vio esos videos y cuando escuchó la historia de Aron no se atrevió a decirle la verdad sobre su madre.
Melissa sonrió y le entregó una tarjeta. “Estos son mis datos, cuando estés listo llámame”.
Aron asintió y se acercó a su padre abrazándolos. “Llamaré a mi entrenador, le daré la noticia”. Subió rápidamente las escaleras y gritaba feliz. “¡Brayan! ¡Tenemos patrocinadores!”.
La pareja estaba feliz, pero miraron a Melissa confundidos.
Melissa sonrió y les explicó. “Nuestra madre… es drogadicta, tiene muchos cargos en su contra y está en un sanatorio para enfermos mentales, Aron y yo no tenemos el mismo padre y no tengo pistas de quién es”.
Ella miró a la pareja que estaba frente a ella tenían miedo