Se irguió, con una expresión de leve desaprobación, y emanaba poder e influencia. Si bien su vestimenta no era particularmente reveladora en sí misma, lo que importaba era cómo la llevaba. Pantalones oscuros. Una camisa oscura. Y los ojos grises más fríos que Tyler jamás había visto.
Algo hizo clic en su interior. Aquel hombre le resultaba familiar. A su lado, casi detrás, Tyler oyó a Lexi contener la respiración.
Angustia. Y lo supo. Si lo pensaba bien, incluso podía ver el parecido familiar con Lily.
Lo sabía, maldita sea.
Y en ese repentino reconocimiento, tuvo que afrontar la desagradable realidad de que era mucho más fácil pensar en lo buen amigo que era en abstracto. Porque ahora que estaba sucediendo, la muerte se sentía mucho más real. Ahora que tenía la oportunidad de demostrarlo.
El hombre frente a él mantuvo la mirada fija en Tyler durante un largo y gélido instante. Luego la desvió por encima del hombro de Tyler, y este sintió cómo todo el cuerpo de Lexi se estremecía.
Y