La expresión de Lily se endureció; su cabello y su labial rojo contrastaban dramáticamente con su vestido rojo sin tirantes. "Porque es verdad. Tienes a Tyler, a mí y a tu familia para ayudarte. Pero no puedes excluir a Tyler de la vida del bebé. Y si lo haces, tiene todo el derecho a mandarte a su abogado. Lo siento, pero es la verdad. El bebé les pertenece a ambos. ¿Dónde está la justicia en que se lo ocultes?"

La declaración de Lily dolió. Pero sabía que tenía razón: "Ocultarle el bebé no era el plan. La propuesta de matrimonio llegó tan de repente. Sabes que es Tyler. Sabes cómo era su familia de niño e incluso ahora, nunca ha sido partidario del matrimonio ni de casarse. El repentino cambio de opinión sobre el asunto me asusta, eso es todo".

"Bueno, ahora hay un bebé de por medio, y si quieres saber mi opinión, es una muy buena razón para cambiar de opinión". Lily abrazó a Lexi. “Ambos estarán bien, ¿de acuerdo? Vayan a hablar con él esta noche.”

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Lexi abrió de golpe la