CAPÍTULO 22. Nos vamos los tres

—¿En serio me estás amenazando? ¿A mí? ¿Al hombre que tiene a tu hijo? —replicó Emilio Rossi y Franco pudo ver cómo la expresión de Victoria se crispaba—. ¿Acaso no te quedaron claras las cosas cuando te mandamos a Victoria Hidalgo en un ataúd?

—¡Sí, muy dramático eso, pero es Victoria Garibaldi ahora! —gruñó Franco—. Y el mensaje fue claro pero fue unilateral, porque tú no escuchaste el mío. Yo no negocio con segundones. Si quieres algo de mí, reúnete conmigo, si no… bueno, sigue enviándome carne de cañón.

El hombre al otro lado de la línea bufó con rabia. Se notaba que no estaba acostumbrado a ser desobedecido y menos desafiado.

—¿Quieres que te envíe un ataúd más pequeño? —lo amenazó.

—Claro, y puedes ir despidiéndote de Pantellería —replicó Franco y el silencio absoluto que se hizo del otro lado fue suficiente para confirmarles que eso era exactamente lo que estaban buscando.

—¿Cómo sabes…?

—¿Del Escudo? ¿Crees que soy tan estúpido como para no averiguar lo que quieres de mí? —sis
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo