44. Sólo es un contrato
—Oh sí, todo estará, no te preocupes por eso —se sonríe Katherine en su sitio de manera que da una radiante sonrisa—. No me atrevería a ir a donde mi mamá. Sabrá de una vez por todas lo que me sucede y realmente…no quiero hablar de casi nada.
—Lo entiendo —Julia da un asentimiento noble—. A veces queremos sólo tenernos a nosotros mismos y los pensamientos.
Katherine está maravillada que Julia pueda entenderlo, y sin preguntas, o alguna otra respuesta. Sólo asentimiento y buena y dichosa vida.
—Entonces…¿Me dijiste que no querías sólo agua?
Se sonríe Katherine por sus palabras claves y alza su copa con cuidado.
—Olvidémonos de todo esta noche. Disfrutemos, señora O'Connell.
—¡Hagámoslo! —expresa Katherine.
Al primer trago que da se le arruga el rostro y tiene que echarse para atrás mientras Julia estalla en risas por estas acciones. No hace más que también dedicarle una espléndida sonrisa cuando la nota y vuelve a dar otro sorbo, ya acostumbrada.
—Así que, creciste en Las Vegas —comie