—Entonces, prométeme que hablarás con Caden, de lo contrario lo haré yo. —Sus palabras eran suplicantes, y por un momento estuvo tentada en contarle a Angelina su pacto con William y Michael, contarle toda la historia que ella había seguido tan de cerca y que William a través de carta le contaba, pero se mordió los labios.
—Te lo prometo.
Caden.
Caden había invitado a Angelina a un pícnic, Angelina aceptó para cumplir la promesa que le hizo a su madre de comunicarse de forma clara. Caden llegó puntualmente y su elegante carruaje esperaba a Angelina. Clara, desde la ventana de su tienda, veía con miedo y dolor cómo Angelina subía, tomada de la mano de Caden, quien la ayudaba a entrar al carruaje. Rezo a Dios y a su esposo para que la protegieran. Una vez dentro del carruaje, Caden no pudo dejar de admirar a Angel