NO DEBEMOS TENER DUDAS

Le beso la cabeza. —La razón por la que nunca nos hemos quedado a dormir en el hotel es porque toda tu vida está en tu casa. Es tu hogar. Tu ropa, tu oficina, tus archivos, tu escritorio—. Se ríe. —Yo ahora mismo vivo con una maleta, además tienes Pom-pom y vives cerca de la playa. Tenía sentido que me quedara a dormir en tu casa—.

—Fue una tontería decirlo—.

—No lo fue. Está bien tener dudas. No has estado aquí y solo llevamos treinta días saliendo. ¿Has estado contando?

Hablaremos luego de lo de la distancia, ¿vale? Lo solucionaremos.

—Me gustaría. —Levanta la cabeza y me besa—. Ojalá podamos.

—Tu familia parece diosas rubias y dioses griegos, todos ellos—, dice un poco demasiado fuerte y todos dejan de hablar.

—Encajarás perfectamente—, dice Eva mientras le pasa a Thea a Eden y camina hacia nosotros, abrazando a Violet con sinceridad.

—Lo siento mucho—, se disculpa Violet.

No seas tonta. Tengo jet lag. No me acordaré de mañana.

Eva me guiña un ojo. —¿Así que encontraste a tu media
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP