NICK.
SEMANAS DESPUES.
Entró al lugar tan conocido para mí, hay poca gente aquí y algunos me conocen, solo me sonríen y los saludo con un asentimiento de cabeza.
Tomo asiento y veo hacia al frente, aquí no hay una cruz, una estatua o algo, solo sabemos que Él está aquí.
En este momento siento rabia, indignación, dolor, decepción, rabia y amor. A pesar de lo que me enteré de Liz, aún la amo y todavía mucho más, en estos días que estuve afuera pensé que la olvidaría, pero no.
La pienso.
La extraño.
La amo.
Miro al techo y decido hacer algo que hace mucho no hacía : Hablar con Dios.
Sé que Él me escucha, Él siempre lo hace, pero por alguna extraña razón creo que me ha olvidado, que me ha dejado a un lado y se ha encargado de hacer mi vida miserable. Desde que murió Callie, no descansé hasta encontrar al asesino de el amor de mi vida, y cuando lo hice no era quien yo creía.
Mientras pienso todo eso mis ojos se llenan de lágrimas agacho el rostro para que no me vean llorar