C96-TREGUA.
C96-TREGUA.
El ambiente se volvió denso apenas Draxel dio un paso al frente.
—¿Qué demonios haces aquí? —espetó con tono arrogante—. No tienes derecho a estar en esta casa.
Gideon lo miró con calma gélida, como si tuviera delante a un insecto que no valía la pena aplastar y le dio una sonrisa ladeada.
—Eso mejor que lo explique Silas… O acaso quieres quedar más en ridículo todavía.
El orgullo de Draxel se resquebrajó; sus colmillos brillaron cuando los mostró con rabia contenida y Gideon no se quedó atrás, sus ojos dorados chispearon y sus propios colmillos aparecieron.
Era un choque de alfas en medio de la mansión. Y cuando ambos ya estaban listos para lanzarse uno contra el otro, la voz de Silas tronó como un látigo:
—¡Basta los dos!
El silencio fue inmediato y Elizabeth se giró hacia su padre, confundida, con el corazón golpeándole con violencia.
—Papá… ¿de qué está hablando Gideon? ¿Cómo que tú vas a explicarnos algo?
Draxel la secundó con desprecio, clavando sus ojos en el alfa r