C73-INSTINTO PRIMARIO.
C73-INSTINTO PRIMARIO.
Silas quedó en silencio unos segundos y su cuerpo entero pareció tensarse antes de preguntar con cautela: —¿Y… quién es el padre?
Elizabeth sintió un nudo en la garganta. Su primera reacción fue llevar la mano instintivamente a su vientre, como si quisiera protegerlo del peso de la pregunta. La imagen de Gideon cruzó fugaz por su mente: sus ojos dorados, su sonrisa, sus promesas. Una punzada de dolor la atravesó y supo que esa herida aún ardía demasiado.
—El padre… está muerto —respondió, con la voz firme aunque por dentro se desmoronaba. No iba a permitir que su vida quedara atada a un recuerdo que solo la consumía. En realidad, lo que anhelaba era empezar de cero, vivir en paz y sin cadenas del pasado.
Silas la observó en silencio, como si buscara la verdad detrás de sus ojos. Sin embargo, no preguntó más; al contrario, sonrió con ternura.
—Hija mía… no me importa quién fue. Lo único que realmente me importa es que ya no estás sola. —Se inclinó hacia ella y le