C47- DUELO POR ELLA.
C47- DUELO POR ELLA.
El silencio que siguió fue tan pesado que hasta los guardias evitaron respirar fuerte. Gideon apretó los puños. Sabía que lo estaban empujando contra la pared. Podría sacrificar a Elizabeth para mantener el equilibrio, cerrar los ojos y dejar que el consejo le impusiera una vida que ya no quería. Pero la sola idea de verla sufrir, de verla sometida al abuso o la crueldad, le encendía una rabia imposible de contener.
No, no podía entregarla, porque perderla sería peor que perder su lugar como alfa.
—Elizabeth es mi compañera destinada. —Su voz retumbó en las paredes, obligando a todos a callar—. Así que no me pidan que renuncie a quien el destino eligió para mí.
El salón estalló en murmullos, algunos lo miraban con incredulidad, otros con desprecio. Magnus entrecerró los ojos, sorprendido por la firmeza en la declaración, mientras que Narissa dejó caer más lágrimas, aferrándose al papel de mujer traicionada, pero por dentro ardía.
Uno de los viejos lobos golpeó el