C21-¿EMPEZAMOS?
La tensión entre todos podía cortarse con un cuchillo. Riodor sostenía la respiración, la carabina evitaba mirar a nadie y Elizabeth, aunque erguida, sentía el peso de las miradas clavado en la nuca.
—Fuera —ordenó Gideon.
La carabina y Riodor intercambiaron una mirada, inclinaron la cabeza y se retiraron sin discutir, no sin antes de que Gideon le quitara la daga de la mano a Narissa y se la entregara a Riodor.
—Guárdala.
Luego miró a Elizabeth.
—Puedes irte.
Elizabeth lo miró primero a él, luego a Narissa, y sin decir nada se dio media vuelta y se marchó, y cuando quedaron solos, Narissa estalló.
—¿¡Cómo te atreves a humillarme así delante de todos!?
—Te impedí cometer una estupidez —respondió él, firme.
—No se te olvide que soy tu Luna —escupió ella con rabia.
—Y yo no voy a permitir que castigues a una inocente.
Narissa bufó.
—¿Inocente? ¿Quién dice que es inocente? ¡Sé que fue ella!
—Por la Diosa, Narissa… no es culpa de nadie que tuvieras diarrea. Fue un accident