Paolo regresó al hospital, no quería dejar por mucho tiempo sola a su mate, ella parecía estar muy vulnerable y renuente a separarse de él, eso era muy normal entre destinados que recién se encontraban, pero antes pasó por la posada donde se hospedaba el Alfa Franco y su beta Rogelio
El principe tocó la puerta, conocía el olor de ese par de lobos ellos estaban ahí
— Pero que tenemos aquí, ¿ustedes dos todavía no han tenido suficiente? dijo Paolo, al entrar
— Príncipe Masherano, ¿qué haces aquí? ¿hay algún problema con la manada Diamont Moon?
— No, la manada está excelente, el problema son ustedes dos aquí, están invadiendo el territorio del Alfa Salvatore, y además, Franco, estás pretendiendo seguir lo que tenías con Isabella, ella ha vuelto a ser la luna de esta manada, Luciano, ha matado ya a esa loba que años atrás inculpó a Isabella, la deuda está cobrada, ellos y los cachorros han vuelto a ser una familia, tú no tienes cabida ahí, compréndelo y márchate, hazlo por el bien de