LA REDADA

Del Comando Policial donde trabajaba Richard lo mandaron a presentarse, para que hiciera junto al grupo que el mismo comandaba una redada en el sitio que el régimen llamaba la zona rosa.

    Los llamaban así porque en el mismo se reunían gran cantidad de intelectuales que eran considerados GAYS ( hombres que tenían relaciones con otros hombres).

   Resulta que estos seres humanos llamados despectivamente por ellos como seres de baja calañas, niñas, afeminados etc, eran la gran mayoría profesionales considerados algunos los más cultos de la ciudad.

    Se reunían para hablar de la moda, la cultura, la situación del país, economía, de tantas cosas, intercambiando diferentes puntos de vista. 

    No le hacían ningún daño a la sociedad en

      Nunca se imaginaron que la guerra venía en su contra y sobre la gran mayoría de los que fueron considerados GAYS, según cuentan, cuando los apretaban en las redadas algunos iban a parar a campos de concentración donde experimentaban con sus cuerpos como conejos de indias causándoles enfermedades, mutilaciones y en algunos casos hasta la muerte.

   Sucede que Mark se escapaba casi todas las Tardes de su casa para reunirse en la zona rosa con sus amigos que aunque no eran Profesionales eran muy cultos.

   Esa tarde como pudo brinco el muro para ir a la ciudad, no se imaginaba lo que le esperaba.

    De repente se formó un bullicio, la gente gritaba corran, alejense vienen los soldados. 

    Pues sus compañeros hacían caso omiso a la situación y no escucharon, siguieron como si nada. Los demás corrieron para salvar sus vidas y no los agarraran.

   Sin darse cuenta estaban siendo perseguidos pero Mark logró correr y esconderse en unos arbustos, más cuál sería su sorpresa que cuando estaba escondido detrás de un árbol un oficial se le acerca dándole la voz de alto. 

 Cuando voltea, mira fijamente al Oficial y se da cuenta que es Richard, lo mira asombrado.

¿Eres tu? Le dice Richard

   Mark asustado recuerda el encuentro de la última vez, temblaba y no sabía si por miedo o porqué verlo y escuchar su voz le removió todas las fibras sensibles de su cuerpo.

    Asustado pensó Dios mío este hombre me va a entregar. Richard lo tranquilizó haciendole ver qué no tuviera miedo que con el estaba a salvo.

    Le dijo yo sé que me porte mal contigo pero olvídalo eso ya pasó.

  Confía en mí no te preocupes, tranquilo te daré refugio, en los linderos hay una cueva que nadie sabe que existe, encondete nunca te encontrarán.

    Mark le obedeció y corrió hasta la cueva. Richard se quedó para entretener a los soldados en el bosque ya que el comandaba la comisión. Los indujo a qué se fueran porque según el no iban a encontrar nadie más.

  Pero los soldados hicieron caso omiso y continuando recorriendo el bosque, en un descuido de los soldados Richard se acercó a la cueva donde se encontraba Mark.

   Y le dijo:

Hola me presento soy Richard, disculpa lo que te hice creo que ese día no empezamos con muy buen pie.

   Mark le dió la mano y entablaron una conversación aunque con algo de reservas. 

   Pero Mark era un ser tan encantador y sensible que era imposible conectarse con el.

    Y Richard a pesar de ser tan déspota y grosero, de pronto se convirtió en un ser muy amable, cuando se dieron cuenta estaban intercambiando ideas, contándose sus cosas familiares, sus problemas entre otras cosas.

   Para más peligro, los soldados del régimen decidieron instalarse en el bosque insistiendo en encontrar más prisioneros.

    Por lo que Mark tuvo que ir varios días a la cueva a llevarle a Richard provisiones y alimentos, sostenían largas conversaciones hasta el amanecer cuando Richard podía abandonar el bosque.

 Desde ese día se enamoraron, se conocieron cada vez mas el uno al otro.

   Al quinto día de la redada los soldados decidieron abandonar el bosque ya casi convencidos de que no tenían nada que buscar.

   Richard ayudo a Mark a salir de la cueva escoltandolo hasta su casa, evitando que le llegará a pasar algo.

   Ese día fue el comienzo de un hermoso romance el que la gente seguiría jugando por ser ambos del mismo sexo.

   Richard paso de ser el hombre más amargado y huraño del mundo a ser el más cariñoso y amable, al oir la voz de Mark se convirtió en el mejor .

   Luego de salir del bosque se comprometieron a tener más encuentros para conocerse, pero debían tener mucho cuidado, siempre había alguien vigilando.

   No sé podían dar el lujo de cometer ningún error y que la gente se dieran cuenta de que estaban juntos.

   El compartir con Mark toda la semana le trajo muchos problemas a Richard en su casa con su esposa.

    Ella al notar su ausencia sobre todo por las noches se le hizo muy sospechoso. 

  Ya que el podía llegar borracho todos los días, pero no faltaba un día a su casa.

     El día menos pensado le recriminó diciéndole:

 Dónde estuviste toda noche que no llegaste a dormir. 

  A lo que el contestó estaba en una comisión de servicios mujer no te pongas celosa, sabes que solo tengo ojos para ti.

     Luisa sabía que no era cierto que la amara, Richard hace mucho tiempo que no estaba con ella íntimamente, por eso tantas preguntas, tenía dudas, ella no soportaria que el tuviera otra mujer.

    Su esposa lo quería y lo soportaba tal como era, aceptaba su maltrato, su distancia, su mal humor, sus ausencias prolongadas pero no podría aceptar nunca que la dejara, ya que antes los ojos de Dios estaban casados y era fiel creyente de que lo que Dios unió no los separe el hombre.

   El puesto de ama y dueña de su casa y de la fortuna de su esposo nadie se lo iba a quitar.

     Por eso daría la batalla, nadie le quitaría su lugar en la vida de ese hombre, ni su hogar, ni su título de señora.

   Así el no la amara tendría que morir con ella para eso se casaron y no sabía hacer otra cosa que ser su esposa.

    

     

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