Mark se convirtió en un mueble invisible para su familia en la hacienda donde vivía. Al fallecer su madre su padre sumido en la depresión se olvidó de el.

  Para la única que si existía era para su madrastra que solo lo tomaba en cuenta para hacerle humillaciones y además dejarlo, en todo momento lo trataba mal, lo trataba como su servidumbre. 

   El padre de Mark le dió todo el poder a su nueva esposa y ella se estaba aprovechando de eso.

    Para Mark está situación no era un problema, su madre lo enseñó a dar amor y el lo iba a seguir dando a pesar de lo mal que la vida lo tratara.

     En el centro de la ciudad estaba Richard culminando su carrera militar, lo que fue un motivo de celebración para sus padres, por esta razón le hicieron una gran fiesta.

 La graduación la celebraron en un gran salón con mucha carne y bebidas para festejar con los invitados. 

      En la fiesta estaba Mark ya que fue contratado como mesonero, ese día se escapó de la hacienda para poder trabajar, ya que no le daban dinero para mantenerse pero tampoco lo dejaban salir y conseguír empleo.

    En los pasillos del salón de baile se cruzaron los dos, Richard tropezó con la bandeja que llevaba Mark y todos los pasapalos rodaron por el suelo. En ese momento hubo un intercambio de miradas y no pudieron dejar de verse durante toda la fiesta.

 Richard lo miraba disimuladamente no quería aceptar lo que sentía su cuerpo cada vez que Mark lo miraba.

  Pero el no podía permitirse pensar ni tan siquiera que le gustaba Mark, el era un hombre serio jamás se permitiría enamorarse de otro hombre.

     Por eso hizo algo muy malo, invitó a Mark hacia los baños y el confiando en Richard aceptó quizás porque le gustaba Richard.

    Al llegar allí Richard se lanzó sobre el y le propino una severa golpiza, dejándolo en el piso ensangrentado, algo que Mark nunca entendió el porque de su agresión.

   Luego se fue y lo dejó allí mal herido haciéndose muchas preguntas.

   A estás alturas del tiempo ya Mark estaba claro sobre su orientación sexual.

  Su propia madre antes de morir lo sabía y para ellos no era ningún tipo de problema. Para su madre el era como un ser de luz, una persona que no tenía ningún tipo maldad.

   Richard después que golpeó a Mark no se volvió a acercar por mucho tiempo, pero nunca dejó de pensarlo. Se decía a su mismo que me pasa no puedo seguir pensando en ese chico. 

  El era algunos años mayor que Mark.

  Después de la graduación todos continuaron con sus vidas. 

 Richard continuo ejerciendo su profesión de militar y a la vez continuo ayudando con las empresas de sus padres.

  Luego consiguió una novia a la que le propuso matrimonio mas rápido de lo que todos esperaban, quizás para que nadie se diera cuenta de su verdadera orientación sexual, se propuso tener hijos lo más rápido que pudiera.

   La novia en cuestión era la Señorita Luisa Corrales, una damita de alta sociedad, estudiosa, de muy buenas costumbres y sobre todo de muy buena familia.

    Los padres de Richard muy felices aprobaron la relación y los de ella le propusieron ser socios en los negocios.

     O sea que más que una relación de amor tenían de por medio una relación de negocios, a este punto ya tenían demasiados intereses de por medio por los que se tenían que casar.

    Luisa estaba locamente enamorada de él, lo admiraba por sus logros, su físico y por muchas cosas más.

     Richard también creía que estaba enamorado de ella, la veía como la mujer perfecta, la atraia su físico, además de su personalidad. Este matrimonio no podía echarse para atrás.

 Mientras tanto Mark continúo con su vida solo, quizas porque no quería demostrar su sexualidad, o tal vez porque no había encontrado a la persona que lo acompañara en la vida.

  Para la época que transcurría está novela las personas homosexuales eran mal vistas, esto estaba sucediendo antes y durante el régimen Nazi, fueron perseguidos fuertemente y destruidos todos los lugares donde se reunían.

    Las personas que fueron descubiertas o señaladas de ser gays fueron arrestados, encarcelados y llevados a campos de concentración.

   Richard tenía miedo de demostrar su sexualidad, eso era algo que el sentía pero nunca había tenido relaciones sexuales con un hombre.

   El fue criado bajo normas muy estrictas por sus padres, además de que estudio en instituciones militares.

   Sus padres eran muy exigentes, lo creían perfecto, todo lo tenía que hacer bien sin errores y por consiguiente su vida tenía que ser la mejor. Le exigían ser un hombre fuerte, duro.

    Al comenzar el régimen Nazi fue una época de terror de persecuciónes tanto para los judíos como para los homesexuales entre otros.

    Richard formaba parte de una institución militar, sabía el trato que le esperaba y el que ellos le daban sobre todo a las personas gays.

      Y en particular si eran policías o militares, si descubrían sus inclinaciones sexuales nos le iba a ir para nada bien, hasta podrían ser etiquetados como afeminados, poco hombres o retorcidos, enjuiciados o llevados a campos de concentración.

    A pesar de que se hicieron muchas campañas a favor de abolir la penalización de las relaciones sexuales entre hombres, el régimen Nazi le hizo caso omiso.

   Richard no podía darse el lujo de que descubrieran que tenía cierta inclinacion hacia los hombres ya que que sus Padres estaban muy viejitos y no soportarían tantas humillaciones.

    Para el estado ser gays era una afrenta que se pagaba muy caro, hasta por culpa de el sus padres podrian perder sus empresas por las que se había esforzado durante toda la vida.

   El estado se las de comisaría y los dejaría en la calle, además perderían su casa, sus bienes y su estatus social. Y lo más importante el disgusto los mataría.

     Por eso a Richard no le quedó otra que apurar su matrimonio para que nadie pudiera dudar de el ni siquiera el mismo.