Capítulo 69 - Dignidad Herida.
Aprecie el silencio de la noche encerrada en mi habitación, mi padre tuvo que echarlos prácticamente, Marchal quería vigilarme, y su hermana asegurarse que no estuviera enferma.
Se regresaron a su cama confiando que mi padre no me dejaría salir. por mucho que no intento angustiarlos. los recuerdos en esta habitación me atormentan. Deseando salir corriendo.
Aprieto mi almohada y la muerdo para ahogar mi sollozo, al mirar la pared donde me acorralo por primera vez y mi cuerpo revive esa sensación con solo recordarlo.
Me tumbo en la cama y me dejo llevar por el cansancio. Mi cabeza quedó oscura. mi alma volvió a deprimirse, que se sentía tan oscura que no me dejaba pensar en nada.
Las llamadas en el celular me despertaron, frote mis ojos para liberarme de la pesadez y miré la pantalla del teléfono que mostraba varios mensajes. contestó a la insistente llamada de Eva.
—Siento haberte despertado nena… pero todos te requerimos acá en el palacio, no demores.
Ella cuelga y yo solo suspir