087. DOBLE TRAICIÓN
AMALIA
Llego a la esquina cerca de la mansión ya de noche, respirando agitada y me detengo para calmarme.
El corazón me late como un tambor y aprieto mis puños infundiéndome valor.
Mis pasos, decididos, avanzan y antes de tocar el enorme portón electrónico, descubro que en realidad está abierto.
Entro al jardín y escucho voces en la terraza posterior, el tintineo de copas, risas y charlas.
Bordeo el lateral de la mansión y me dirijo hacia ahí, el pecho se me aprieta sin saber que voy a encontrarme, ¿había alguna cena o celebración?, ¿qué estaban festejando?, que la humana se iba al fin.
Niego con la cabeza por mi estupidez, ni que yo fuese tan importante.
Pero al mirar a través del seto que delimita la terraza, en realidad sí veo que hay una reunión festiva, muchos invitados que no conozco y otras personas de la manada.
Mis ojos buscan a Ajax por todos lados, pero no lo veo.
— Él no está aquí ahora – me giro asustada para enfrentar a Kane.
— Kane, él, ¿dónde está? – le pregunto algo n