Me dieron de alta al cabo de una hora. Al salir a la sala de espera me encuentro con los dos locos.
Alexander con moretones en el rostro y la ceja ligeramente partida y a Ivano con el labio reventado, un moretón en el ojo y un ligero golpe en la nariz
—No quiero verlos— digo mientras camino agarrándome de las paredes y una enfermera me guía.
—Podemos irnos en…— Ivano lo calla
—Mira bombero, ¿Por qué no vas a rescatar gatos de los árboles y dejas a la chica en paz?— los miro de mala gana
—Por favor ya…— mi voz se quiebra y comienzo a llorar
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