Todos los arcángeles se han marchado del edén al salir el alba. Todos y cada uno de ellos portaban escudos impenetrables y espadas de acero inoxidable, listas para hacer sangrar a criaturas devastadoras. Solo yo y unos cuantos guardianes de la entrada nos quedamos, es obvio que ángeles de inferior categoría no tienen mucho que ofrecer en la guerra.

Comenzó a suceder en las grandes potencias mundiales, en los lugares donde a estas criaturas les resultara m&aacut