Cuando se hizo de noche, Logan se tumbó en el sillón del recibidor de su casa.

No podía dormir.

Tomó un vaso de whisky y se dejó llevar por el alcohol.

Debía hacer algo al respecto con lo de permanecer sobrio tanto tiempo. Se rio al recordar a Wyatt y sus ocurrencias.

Observó el vaso de whisky en su mano.

—Solo tú puedes hacer que me olvide un poco de ella —le dijo, como si pudiera escucharlo y responderle.

El alcohol lo ayudó a dormir como un bebé, despertando bastante descansado y llegando temprano al trabajo.

—Buen día, Vera —saludó a la muchacha en recepción.

—Buen día, Logan. ¿Qué tal tu noche? —respondió con la alegría que la caracterizaba.

—He tenido mejores, pero bien, gracias —avanzó hasta el elevador, encontrándose con Mónic, que revisaba algunos documentos bastante distraída para darse cuenta de quién estaba entrando al elevador.

—Buen día, jefa —le saludó, sacándola de la concentración que tenía.

—Buen día —respondió al puro estilo Mónic, levantando la vista ligeramente pa