Después de la manifestación, la gente se dispersó.
La mirada de Claus era fría, quien permaneció inmóvil en su lugar, sin titubear en su decisión.
Pronto, todos se fueron y la sala de estar quedó totalmente vacía.
Rosalía se sentía con dolor de cabeza. Se frotó las sienes y preguntó—Claus, ¿tienes alguna manera de resolver esta confusa situación? Fermín parece estar tomando esto muy en serio. No me preocupa que se alejen de la familia, sino que aún tienen muchas acciones en el Grupo Burgos. ¿Qué pasa si las utilizan para algo perjudicial? Necesitamos recuperar esas acciones de alguna manera.
Con calma, Claus le respondió—En realidad, no quieren contribuir a la empresa, solo buscan sus propios beneficios. En ese caso, sería más fácil separarnos de ellos. Cualquier problema que surja, yo lo resolveré. Abuela, no te preocupes, déjame encargarme de esto. Lo manejaré adecuadamente.
Rosalía seguía luciendo muy preocupada.
La rama familiar del segundo hijo y la rama familiar del tercer