Nuestros cuerpos se separan de a poco y escucho como timbra un móvil.
—Lo siento, es el mío —dice entre jadeos y camina hasta la mesita de noche—. Es Michael.
Responde a la llamada y veo que son las 7:50 pm, en 10 minutos tendríamos que llegar a la cena. No digo nada y voy directo al baño a tomar una ducha. Tengo que ir a esa reunión, tengo que hacerlo por Massimiliano y… por lo que siento.
El agua corre por mi cuerpo y termino de quitarme el jabón cuando escucho la puerta.
—¿Jenna?
—Estaré lista en un par de minutos lo prometo —digo de forma apresurada y me giro para mirar atreves del cristal. Sus ojos están posados en mí—. ¿Está bien?
—Luces h