Capítulo 104 Un hombre que no se permitía tener emociones
Daniela, ante las palabras que escucho, se puso rígida. Las palabras de Javier fueron expresadas en un tono muy brusco. Lo único que le faltaba a él fue gruñir y golpearse el pecho a continuación.
—Javier no puedo hablar en este momento. Estoy bastante ocupada. No te preocupes, todo está muy bien.
— ¡Espera! No creas en nada de lo que dice. Él es muy astuto, te puede engañar fácilmente.
— ¡Debo trabajar! Vete tranquilo y no te preocupes por mí!
—Te recogeré a la salida
—No es necesario. Felipe vendrá a buscarme. Vete tranquilo.
«Vete ahora. Solo hazlo»
Corto la llamada y continúo con sus asuntos sin prestarle mayor atención. Los hermanos Ortiz terminarían por volverla loca o al menos harían que la despidieran.
A la hora de salida, contemplo desde la puerta principal el cielo, este estaba gris y brumoso. Busco a Felipe con la mirada. Lo observo recostado en su vehículo de lujo. En cuanto él la vio camino hacia ella.
Su cuerpo