Capítulo 123 Recuerda a los niños
— ¿Qué hiciste, qué? —preguntó Daniela con incredulidad, ante lo que escucho. Le hizo una pregunta. ¡Una sola!
Solo quería saber hasta qué hora estaría allí y el muy sinvergüenza le salió con esa respuesta que no se esperaba.
— Ahora vivo aquí, alquilé una habitación a Teresa —respondió Felipe con desparpajo poniéndose de pie…
— ¡Maldito, arrogante! ¿Ella aceptó darte una habitación? —inquirió, visiblemente sorprendida.
— Claro que sí. Esto es una posada —afirmó, sonriendo.
— ¡Eres un descarado! Ella hace tiempo que no acepta huéspedes —respondió Daniela con una mirada severa.
— No soy un huésped, soy familia —replicó con determinación intentando apaciguarla
— Estás invadiendo mi espacio personal ¿Qué estás tramando, Felipe?—pregunto Daniela contemplándolo con desconfianza.
— Solo deseo estar cerca de ustedes y ayudarte —respondió, con sinceridad.
— ¿Qué pasará con tus negocios? No puedes manejarlos desde aquí.
— Tengo un excelente personal y Teresa