JULIA RODRÍGUEZ
—Julia, yo confío en él, me salvó la vida, me cuidó mientras estuve dentro —intervino Lily con decisión—, y principalmente… lo amo.
Tanto Alex como yo nos quedamos sin aliento. Ahora comprendíamos que hacía él ahí, tan cerca de ella. La mirada de Javier no mentía, cuando veía a Lily parecía derretirse de amor, pero ¿en verdad era confiable?
—¿Ahora qué? ¿Crees que Santiago y Matt van a aceptar que Javier exista entre nosotros? Lily… —Me sentía cada vez más frustrada.
—Bueno, si nos ponemos a pensar… —susurró Alex reflexiva mientras caminaba de un lado a otro—, por lo que tengo entendido, la rivalidad entre Javier y Santiago era alimentada por Rafael y Carmen, ahora que ellos no están en la ecuación… en realidad no tienen ninguna diferencia tangible.
—Salvo que Javier se quedó con la organización —contesté cruzándome de brazos.
—¡Pero!, porque así lo quiso Rafael. No la tomó, ni la robó, se la dieron —agregó Alex arqueando las cejas y esperando mi respuesta mientras