Vivian exclamó indignada:
—¡La gente de los Ferrero es realmente detestable! Seguramente fueron Carlos y Roberta otra vez con sus mañas.
—Ay, no importa, solo que tendremos que molestar al señor Caballero —dijo sonriendo hacia Daniel.
Vivian la vio animada otra vez y rápidamente señaló la caja sobre la mesa:
—¡Silvia, mira esto!
Daniel también le hizo un gesto con la cabeza. La caja se veía muy elegante.
Ella abrió la caja y adentro había un collar.
—¡Este es el collar que Daniel consiguió en la subasta, está precioso! Se llama Corazón del Volcán. ¡Nunca había visto un diamante rojo tan grande!
Lo destacado de este collar, además del diamante rojo, era su diseño, obra del difunto maestro joyero Fermán.
Su dueño anterior había sido un magnate financiero, y ahora aparecía en una subasta de Alucia.
—Qué hermoso.
—Daniel, ponle el collar a Silvia —le recordó Vivian.
Daniel tomó el collar y gentilmente apartó el cabello de Silvia para ponérselo. El collar de diamante rojo estaba rodeado de