Dario siguió su mirada, y su propio rostro se endureció con una furia silenciosa, vio el uniforme, el rostro de Marco, y el dolor, el hombre apneas se sostenía en pie, y algo atravesó su pecho. ¡Elena!— No tienes la culpa de nada, y él solo cumple con su parte del trato — le dijo Dario, su voz era baja, ronca, y completamente privada, conteniendo lo que estaba pensando, pero no quería decir para no agravar el estado de ánimo de Luciana, que Elena tal vez estaba en riesgo — Lo siento, Luce, pero él eligió este camino, ahora, concéntrate, necesitamos que Marco se concentre en su deber, y nosotros en el nuestro.En ese momento, Marco se movió, guiaba a un guardia de seguridad a través de un grupo de mujeres con plumas, y su camino lo llevó directamente hacia donde estaban parados.Luciana sintió el pánico, Marco estaba a tres metros. A dos…Dario reaccionó con la velocidad de un depredador, la rodeó con el brazo, la mano que había estado en su cintura se mo
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