Gabriel, completamente furioso, lanzó su celular al suelo con fuerza.Sus ojos ardían con rabia, fijos en Camila.—¡Camila!Se levantó de un salto, y rápidamente la agarró del cuello con una mano firme.—Fuiste tú quien dijo que querías ser mi amante. Me prometiste que Isabel no se enteraría. Dijiste que nunca destruirías mi familia.Camila sentía un dolor punzante en el cuello, le costaba respirar, pero de repente soltó una risa fuerte.—Gabriel, yo no quiero ser tu amante... Yo quiero ser tu esposa.Gabriel, con furia, la miró fijamente, sin decir nada.Sin apartar la vista, levantó la mano y llamó a su asistente.—Ve y consigue todo lo que puedas, todas las conversaciones, grabaciones, ¡todo! ¡Quiero saber todo!Al escuchar sus palabras, Camila se puso aún más nerviosa.—Gabriel, no hice nada, te lo juro... no hice nada.Pero Gabriel ya lo sabía todo.En los videos y grabaciones que había encontrado, vio cómo, en su propia casa, Camila había golpeado a Mateo, y cómo Isabel, furiosa,
Leer más