Narra AngelaMe despierto desorientada, no tengo idea durante cuánto tiempo estuve dormida, pero, me levanto de la cama corriendo por miedo a que mi madrastra me lance cenizas o agua fría para levantarme.Sin embargo, el lugar donde me encuentro no es el establo de la familia Krauss, sino, una habitación agradable. Pero, no me quedo de brazos cruzados, porque aunque no he sido violentada aquí, no puedo dar por sentado todo esto.Así que, me marcho rápido hacia la cocina donde solo hay pocas chicas conversando entre ellas, pero, sin alguna comida sobre la estufa.— ¿Lo pueden creer? Jamás pensé conocer esta casa. El alfa supremo ha cambiado y mucho. — dice una de las chicas.— Bueno, ahora se ha casado, varias cosas cambiarán y otras… seguirán igual. — dice otra de las chicas omegas como yo.— Disculpen…— ¡Saludos, se
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