Para una estrella, ser insultada, calumniada o víctima de rumores era algo muy habitual.En su antiguo mundo, Serena no era especialmente famosa, pero inexplicablemente acumulaba cierta atención online.Al principio la criticaban por su belleza, decían que "parecía un florero" y que verla en pantalla resultaba distraído.Cuando rompió contrato con su agencia, esta contrató un ejército de trolls para manchar su reputación, difamando que vivía con un "sugar daddy".¡Maldita sea! En ese ambiente, los magnates del entretenimiento podían tener bajísimo nivel estético, pero Serena, incluso en la miseria, jamás habría aceptado algo así. ¡Antes muerta que humillada!Con el tiempo, la narrativa cambió: empezaron a decir que un gran productor la mantenía y que su esposa, al descubrirlo, la había vetado, explicando así su falta de oportunidades.Aunque, en realidad, esa mujer sí se había sentido atraída por ella, pero Serena, siendo heterosexual, jamás se prestó a esa relación.Después de tantas
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