Óscar estaba emocionado mientras sostenía su celular y había tomado un taxi temprano para ir al hotel que Serena le había indicado. Había reservado una habitación y estaba esperando.
Pero cuanto más pensaba, más se arrepentía. ¿Había pedido solo dos millones de dólares? ¿No sería una cantidad demasiado baja? Después de todo, solo el auto de Luisa valía más de dos millones.
Sin embargo, temía que si pedía demasiado, ellas se enfadarían y lo dejarían con las manos vacías. Dos millones no eran mucho en su círculo, pero para un actor desconocido como él, era bastante dinero. No tenía seguidores ni buenos contactos, así que esa suma le permitiría vivir bien por un buen tiempo.
Además...
Óscar esbozó una sonrisa astuta. ¿Cuándo había aceptado darle a Luisa todas las fotos? Él mismo guardaría algunas para pedirle más dinero cuando se le acabara este.
Todas esas chicas jóvenes de la alta sociedad se preocupaban por su reputación. No creía que Luisa se atreviera a no pagarle después.
Con ese p