La cachetada que había recibido por parte de Alicia más que doler me hacía sentir muy avergonzada y devastada. Aunque ese breve instante con Liam en el establo había sido mágico, con solo verla a ella, todo lo que vivimos, desapareció. Recibí su merecido trato por estar con su pareja.En ese momento quería alejarme por siempre de él, pero de nuevo insistió al verme en el cuarto de Melani. Sentí su piel por un breve segundo, sus palabras que parecían ser reales, pero ya no podía soportar más esas emociones que no tenían ningún sentido. Esa atracción física y algo más que no sé cómo describir es algo que debo detener cuanto antes. Liam Parker tenía que quedar en el pasado.Permanecí algunos minutos más en el cuarto de Melani.―Él no te merece… tu misma me dijiste que él solo qui

Ver de nuevo a mi padre me hacía sentir diferentes sensaciones que no podía describir. Era un vacío enorme en el pecho y a la vez era como si la pieza de un rompecabezas encajara perfectamente dentro de mi corazón. Pero lo que sí podía sentir y entender era que me había abandonado, que había “matado” a mi madre y; aunque sabía que era inocente, sentía mucha rabia por haber sido el culpable de mi destino, por haberme hecho creer que tenía una madre, una familia, cuando en realidad no tenía nada.Martina estaba de pie junto a la puerta y mi “padre” junto a ella, ambos observándome con lágrimas en sus ojos. Me sentía extraña en ese instante, intimidada, fuera de mi zona de confort y solo quería salir corriendo de ahí, de su presencia.―Hija… ―dijo él con su voz entrecortada… No dije nada―. Lamento tanto

No era fácil dejar ir el sentimiento que sentía por Liam Parker, y me quedó muy claro en el momento en que creí que su vida corría peligro nuevamente de la mano de Eros. La boda había terminado en tragedia, un cadáver y el intento de dispararme de Alicia. Todo parecía ser una terrible pesadilla.Martina me apartó de Liam y me llevó a mi habitación.―Creo que el Señor Parker se dio cuenta de quién eres ―dijo preocupada cubriendo su rostro.―¿Por qué dices eso?―Me acerqué a ti, te abracé y lo vi a él en ese momento. Su mirada era diferente. Tenemos que pensar en algo. No quiero que venga enojado, no sé de lo que pueda ser capaz de hacer si sabe que eres hija de su gran amor. Además, la Srta. Alicia intentó hacerte daño, aquí no estarás segura como pensé que estarías.Mar

Mientras Liam se dirigía a la salida del apartamento, los golpes de la puerta me hicieron acércame a él. Se veía muy preocupado, pálido.―¿Qué sucede? ¿Quién es?―¡Escóndete!―exclamó nervioso.―¡No! ¿qué pasa? ―dije alzando mis manos.―Es Alicia y mi padre.Escuchar que se trataba de ellos hizo que me sintiera nerviosa, vulnerable, expuesta, pero a la vez con Liam me sentía protegida. Por un momento sentí miedo, pero al mismo tiempo una extraña valentía de no huir, de enfrentar lo que fuera. Quería sentirme libre de cualquier atadura por primera vez en mucho tiempo.―Abre...―¿Qué has dicho? ―preguntó sorprendido ante mi petición.―Me escuchaste... ¡abre!De nuevo había regresado a donde había prometido que no volvería y pens&eacut

Ver a Liam tan afectado por la repentina muerte de su hermana fue muy difícil, era evidente que deseaba poder abrazarlo sin control, apoyarlo, sentirme parte de él, pero era absurdo pensar de esa manera. Lo nuestro es simplemente imposible y aunque siempre digo lo mismo, lo mejor es que me aleje de él. Ya no vale la pena. Revisé en mi maleta y tenía algo de dinero. No era mucho, pero debía tomar una decisión.Estaba sola, sin empleo, sin nadie. Pensar en volver a la granja con Martina no era una opción en ese momento si lo que quiero es alejarme de los Parker, de la vida que descubrí en esta ciudad.Tenía tiempo sin hablar con mi tía Kate, pero quizás era momento de volver a “casa” y aceptar que no lo logré, que mi plan se vino abajo; que mis hermanas seguirán estando con Arturo y me perderé la mejor parte de su vida. A pesar de saber que no éramos hermanas de sangre, el amor que sentía por ellas seguía cada vez creciendo. Había pasado algo de tiempo desde el último abrazo que les di,