Vaya, empieza la estampida.—Necesita una demostración —dice Rastas alegremente. Sonríe y abre los pantalones a mis pies.Levanto un pie para meterlo en los pantalones, pero Nick tira de mí hacia atrás.Levanto la vista y le lanzo una mirada de advertencia. Está haciendo el tonto. El hombre sólo intenta ser amable.—Tiene unas piernas estupendas, señorita —comenta Rastas con alegría.Me da un poco de vergüenza.—Gracias. —«¡No lo provoques!»—Dame eso. —Nick le quita los pantalones a Rastas antes de colocarme contra un estante lleno de velas. Menea la cabeza y farfulla algo incomprensible, hinca una rodilla en tierra y abre los pantalones. Sonrío con dulzura a Rastas, que no parece haberse dado cuenta del numerito a lo apisonadora de Nick. Me meto en los pantalones y me los subo mientras Nick sujeta las dos mitades, con la arruga muy marcada en la frente. ¡Dios, cómo lo quiero!Rápidamente, tomo las cintas por miedo a que Rastas intente agarrarlas primero.—Así, ¿lo ves? —
Leer más