El viento golpeaba agresivamente su rostro colándose por la ventana de aquel taxi que iba a gran velocidad, y Victoria presionaba a al chofer para que apurara su carrera, tenía en tiempo contado, los hombres de Lorenzo no tardarían en descubrir que se había fugado, y entonces, sabía que su amado esposo era perfectamente capaz de quemar toda la ciudad en busca de ella.Vería a Ginevra en el la playa Mondello, dentro de los límites de Palermo, sabía bien que las intenciones de la cruel mujer hacia ella serían hostiles, pero poco importaba aquello, tan solo quería recuperar a sus hijos y nada más, ya lo sabía, tarde o temprano terminaría ocurriendo algo de aquello, tarde o temprano alguien del pasado o enemigo de Lorenzo, los involucraría a ella y Liam y William en alguna disputa a la que eran ajenos.Su esposo no era un hombre común, era nada más y nada menos que Lorenzo Visconti, el líder de Mafia Di Sacra, recordaba cuando aquel nombre comenzaba a escucharse en sus tiempos de juventud

- No se aplica presión porque la hemorragia es interna en todo caso se aplica vendaje y se lleva de emergencia para operar -- Se necesita saber dónde está la bala y para eso es la radiografía -- Luego una toracotomía para evaluar el sangrado y si es mucho, transfusión urgente. -Un zumbido dentro de su cabeza lo aturdía tanto que lograba que se sintiera mareado, un sudor meramente frio perlaba su frente, una taquicardia lo atacaba una y otra vez cada vez que veía salir a un médico de la sala de cuidados intensivos donde su esposa se hallaba desde hace varias horas en una operación urgente.Como médico que era, Lorenzo entendía bien cada termino que le habían dicho o había escuchado; había sido un estudiante prometedor en la universidad de medicina, y aunque concluyo sus estudios y se recibió como un médico, nunca ejerció verdaderamente aquella noble profesión, no tenía derecho a hacerlo, había faltado al juramento de Hipócrates arrebatando vidas en lugar de salvarlas.No tenía derec

— Dime, ¿Qué fue lo que le ocurrió a Victoria? Tengo que verla, tienes que dejarme verla — dijo Laurent más como una súplica que como una exigencia.Alessia, observo de nuevo a aquel hombre, se veía seriamente trastornado, afectado, acariciaba sus manos en clara señal de nerviosismo una y otra vez, ya sabía que Laurent sentía algo por la mujer de Lorenzo, aunque nunca imagino que fuese para tanto, ver a Laurent Visconti, el eterno y arrogante hombre de frio proceder y temple de hierro en aquel estado de ansiedad, era algo completamente fuera de lo común, su cabello, corbata, incluso su costoso traje, lucían hechos una ruina.— Victoria recibió un impacto de bala a nivel del segundo espacio intercostal cerca de la válvula aórtica, en términos sencillos, un impacto le atravesó el esternón, un disparo en el pecho, tuvo un abundante sangrado interno, lo que puso en peligro su vida y la de su hijo, no puedes verla, nadie salvo Lorenzo que es su esposo, tiene permitido entrar, sigue debatié

Los noticieros reventaban con información sobre Mafia Di Sacra y Lorenzo Visconti, y el Doctor López, pendiente de las noticas, se quitaba los lentes y se limpiaba el sudor de la cara. Aquel temido hombre había pasado años persiguiéndolo para dar con el paradero de la mujer que había recibido su donación de esperma. Tal vez, de haber rechazado recibir el material genético de Lorenzo Visconti, muchas cosas podrían haberse evitado, pero lo hecho, ya estaba hecho.Aun recordaba el rostro emocionado de aquella joven que había quedado embarazada de gemelos; la emoción sentida por ver un sueño realizado había sido lo que lo había inspirado a asistir los embarazos por inseminación artificial, sin embargo, ahora no sabia hasta donde un sueño podía tornarse una pesadilla.Los hijos gemelos de Lorenzo Visconti, tal vez, tarde o temprano serían encontrados por él y terminarían arrastrados a aquel mundo de mafias, violencia y demás…por ello era que había preferido escapar y ocultarse, aunque su d

Ira, dolor, desconcierto; una marea de emociones que lo golpearon sin piedad justo en el momento en que, con sus hijos en brazos, entró en aquella habitación que ahora estaba vacía, mil interrogantes se repetían una y otra vez dentro de su mente, ¿Qué había pasado?— Papi, ¿En dónde se encuentra mami? — cuestionaron Liam y William con voz inocente aun sosteniendo aquel ramo de azahares entre sus manos.— Quizás, la cambiaron de habitación, vengan, vamos a buscar a la doctora que está cuidando de mami. — respondió Lorenzo con enojo y teniendo el peor de los presentimientos después de haber visto aquel ramo de rosas sobre la cama, rosas que reconoció de inmediato como idénticas a las del jardín de su madre en la mansión Visconti.Caminando apresurado e intentando controlar la ira que crecía como una bestia incontrolable dentro de él, el temible mafioso casi derribó la puerta de la oficina de Alessia, quien se hallaba al teléfono.— ¿En dónde está? — cuestionó con enojo el apuesto tatuad