Esa tarde de verano, Lorenzo deseo llegar a su hogar para hacerle el amor a Victoria como nunca antes, demandante, apasionado, dominando su cuerpo, dominándose a sí mismo, la amaba, la amaba tanto, que no podría dejarla irse, ella era todo lo que el deseaba para sí mismo, y la tendría consigo para siempre, el amor eterno, el amor egoísta, ella era su diosa, y el, el eterno esclavo de su amor que haría lo que fuese por mantenerla consigo.No había nada que Laurent pudiese hacer para apartarla de su lado, y no lo permitiría, se prometió a si mismo.En su mansión Visconti, Laurent hacía una llamada.— Henry, llego el momento, Lorenzo mordió el anzuelo, es tiempo de pedirte aquel favor…mañana iras a los juzgados, con mi ayuda, le quitaras a Liam y William a Victoria, si Lorenzo no coopera, entonces ella pagará el precio. — dijo Laurent con crueldad.Henry terminaba esa corta llamada, mirando su rostro con cicatrices debido a esa golpiza sentía odiar a ambos hermanos, esto no se quedaría a

El olor a tocino la despertaba esa mañana, obligándola a levantarse con el estómago realmente hambriento, la luz del sol que se colaba a través de las cortinas, avisaba que aun eran tempranas horas de la mañana, Liam y William aún permanecían dormidos en sus habitaciones, y ella, caminaba sigilosamente hacia la cocina, mirando a Lorenzo de pie en medio de ella moviéndose de un lado a otro, pudo ver que, en efecto, él estaba cocinando.Sonriendo de felicidad, Victoria se sentó frente a él para mirarle más de cerca en su laboriosa faena, estaba en ropa interior con únicamente un delantal que cubría sus muy bien formados pectorales completamente tatuados, sus brazos estaba completamente al descubierto dejando ver sus muy poderosos músculos y los tatuajes que tenía en ellos, Lorenzo, sin duda, era un hombre tremendamente sensual, era imposible no enamorarse de él, y Victoria se sentía demasiado afortunada de tenerlo en su vida y ser amada por el de la manera en que lo era, no solo era un

La noche había llegado, y con ello, todos los queridos amigos de Lorenzo y Victoria llegaban al departamento, el apuesto tatuado se la había llevado del lugar junto a Liam y William con la excusa de comprar helados, dándole a Becca la oportunidad de preparar aquella fiesta sorpresa.— No puedo creer que en serio Lorenzo tendrá un hijo dime Becca, ¿Crees que nacerá con tatuajes ya incorporados? — decía Angelo entre risas.— Eso es imposible, como médica puedo decirlo…aun así, debo estar presente en el alumbramiento para comprobarlo por mí misma. Lo que me parece más sorprendente aun, es que ambos se supone que tienen problemas de fertilidad, ¿Cómo pudieron tener el tino para quedarse embarazados? — respondió Alessia también entre risas.Todos rieron en ese momento.— Te encantara Victoria, es una persona encantadora, sin duda la amarás como todos la amamos. — dijo Becca hacia la médica con una sonrisa.— Supongo que debe ser de tales maneras, jamás te había escuchado hablar tan bien de