Cuando todo esto comenzó, Brianna no tenía fe. Solo venía a Irlanda para vengarse, para recuperar la empresa de su madre, cobrar venganza y seguir su camino.¿Quién diría que tantas cosas pasarían en medio, y terminaría por quedarse, convirtiendo este de nuevo en su hogar?¿Quién diría que dos años después, justo dos años después, estaría a punto de volver a casarse con el hombre de su vida?El mundo era un pañuelo.—Está listo, cierre arriba.La voz emocionada de Brina resonó por la habitación, y enseguida se la vio dando saltitos, emocionada.—Cariño, ¡te ves hermosa! —Se adelantó y la abrazó.Brianna se dejó, emocionada también por lo que estaba viendo, y respiró hondo cuando se separaron.Entonces detectó un chasquido, y al ver a un lado encontró a Dylan tomándole una foto con su madre.—Cariño, hoy es el gran día —dijo él.Amelia, a su lado, lo tomó del brazo y sonrió.—¡Bri, pareces una princesa!Ella volteó a verse al espejo y respiró hondo.Peinado, maquillaje, el vestido… tod
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