Al día siguiente, el primero en despertar fue Matías, quien se quedó observando a aquella mujer con una mirada cargada de pensamientos. Aún no lograba descifrar todo lo que ella le había hecho sentir en una sola noche y aquello no era normal, dado que jamás había experimentado algo así con ninguna otra mujer.Luego se levantó de la cama y se dirigió al baño para darse una ducha, mientras esperaba que Alexia despertara, solo deseaba que no reaccionara tan mal, aunque conociéndola, sabía que terminaría culpándolo por todo lo sucedido. Aun así, él ya estaba preparado para asumir la responsabilidad y declararse culpable.Alexia, al despertar, sentía su cuerpo adolorido sin entender el porqué, hasta que abrió los ojos y se vio desnuda, con moretones por toda la piel, entonces maldijo una y otra vez a Matías por haberla dejado sola en el bar, convencida de que había pasado la noche con un desconocido.La angustia se hizo mayor al pensar que tal vez ese desconocido era el estúpido de Erol… a

Luciana, cuando ya estaba en la habitación del hotel junto a Eilam, llamó a la niñera para que le llevaran a su pequeña hija, ya que, en parte, Eilam había venido antes de tiempo por la insistencia de Amelia, quien deseaba verlo.Después de que Amelia llegó junto a Axel, quien fue el encargado de llevar a la niña, los dos hombres se saludaron como siempre lo hacían, pero el saludo entre Eilam y la pequeña Lía fue distinto, lleno de amor, pues ambos se habían extrañado mucho.Amelia comenzó a contarle a Eilam que había conocido a su padre y que era simplemente hermoso, tal como lo había imaginado. Le explicó que la quería mucho, que le regalaba muchas cosas, al igual que los demás familiares, pero lo que más le gustaba era que su papá siempre pasaba por su casa a jugar con ella todos los días, y eso la hacía muy feliz.Luciana, que recién se enteraba de todo esto, se quedó sorprendida, pues su esposo no le había mencionado nada desde que regresaron a la mansión de los Oliveros, ahora