Capítulo 11. Embarazada
Ya habían pasado tres meses, y tanto los Oliveros como los Herrera habían dado a Luciana por muerta. Pero, de todos, a quien más le había afectado aquella pérdida era a Maximiliano. Desde lo sucedido, se había convertido en un hombre taciturno, entregado únicamente a su trabajo y a dejar flores en la tumba de Luciana.Toda su familia estaba profundamente preocupada por él. Ya ni siquiera regresaba a casa, y cuando lo hacía, se encerraba en su habitación, solo para beber y revivir una y otra vez los escasos momentos que había compartido con ella. Nadie, absolutamente nadie, lograba sacarlo del abismo de tristeza en el que se había hundido.Olivia, en una ocasión, intentó sacar todas las pertenencias de Luciana, según ella, para “dejarla descansar en paz”. Pero Maximiliano, al darse cuenta, le gritó con furia contenida y la sacó arrastrada de la habitación, para luego cerrarle la puerta en la cara.A partir de ese momento, prohibió tajantemente a todos los miembros de la familia que toc
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